domingo, 19 de julio de 2009

Y si, la verdad.

Pensaba que se puede vivir en la medida que uno asume y/o toma conciencia de que alguien, aunque mas no sea una persona, nos quiso/quiere en la vida.

Eso, y solo eso es suficiente para levantarse en la mañana y tener combustible de sobra para seguir peleando, empujando, avanzando, superándose, viviendo.

Va un ejemplo: mi padre, estuvo escasos 9 años conmigo, y de todas formas, su amor fue tan grande que ahora con el tiempo entiendo que no necesito nada más.

Ese es el secreto.

La expresión material de ese amor se quebró hace más de 20 años y sin embargo esta tan vivo como su memoria en mi. Me hace feliz, me da paz.

Y no necesito nada más.

Si a eso le sumamos el cariño de gente que la vida te presenta de alguna manera (para algunos casual, para otros un arma del destino) no deberíamos de preocuparnos ya.

Alguien nos quiere, en esta esfera o en otras.

Sentirlo plenamente.

No se necesita nada más.



Después puedo salir con mis patines compulsivos,

Del estilo tragarse en un par de meses la saga de JJ Benítez…

Después puedo ser catalogada de “chapita”.

Después resulta que de nuevo, me siento bien.

Y todo porque finalmente entendí que mi padre me quiere.

En tiempo presente.

Porque ese tipo de cariño no tiene espacio, no tiene tiempo.

No cuestiona, no ataca, no agrede, no impone.

AMA.

Y punto.



Con 9 años fue suficiente.

A mi me llevo unos cuantos más advertirlo.

Pero no todos tenemos la misma velocidad.

El mismo tiempo humano.

La misma sabiduría.

La misma capacidad de amar.



Hay gente que sigue participando.

Espero lo logren.

Les deseo la mayor suerte del mundo.

Hay algo que se llama fuerza de voluntad.

Y otra cosa que Fabián me dijo:

“la caca es caca”.



Y si, la verdad.

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