jueves, 25 de agosto de 2011

volver con la frente hecha piña.

Y zaz que voy y me preparo un mate…

No tengo ganas de dormir la siesta.

Y dale que pienso que mejor hago lo que sé…

Y creo que sé, y me es suficiente.

Y el mate que está listo.

“Todo bien?” me preguntan…

“MATE” contesto…

No siento particular gana de dar explicación.

Siento, luego existo.

No duermo.

Sueño vendavales.

Duermo mal.

Contracturas on.

Que es lo que sé dentro de tantas relatividades?

Nada? Todo?

Mucho? Poquito?

Quien sabe que?

“MATE” contesto…

Y decido volver a mi verborragia.

Decido que mejor así, antes que ver el minuto.

Pasar.

No está mal ir para algún lado.

Aun hacia el lado equivocado.

No está mal.

MATE.

Puchos.

MATE.

Desde ayer indago en la mitomanía.

No soy mitómana.

Y así y todo alguien me tilda de ello.

No soy cagona.

Y sin embargo hace semanas q no doy un paso.

Recapitular.

MATE.

Descalzarse y andar en patas.

En plena ola polar.

Tener el valor de cruzar la avenida.

Con los ojos cerrados.

Buscar en lo absurdo algún significado.

No encontrarlo.

Buscar igual.

MATE.

Santa imagen que se pierde en el cajón.

Y sé que seguís aguardando.

Por una sola razón.

TODOS aguardamos por algo.

Sorpresa darse la ñata contra el vidrio.

Y después, mucho después…

Desandar en patas un tango.

Aunque el sonido sea mas lastimoso…

Que la cruda realidad.



Vivid a mate.

Es la única que queda.