viernes, 29 de enero de 2010

La conspiración

Entre tanto ocurre esto de “La conspiración de las palomas”… hoy entraba al odontoloco… y las tipas estaban allí por el piso, buscando comidita, yo camino, ellas se elevan, se hacen las temerosas, aterrizan 3 o 4 metros más adelante. Cuando las vuelvo a alcanzar en mi andar, ya se aburrieron de impostar temor y ahí se quedan… apenas si se corren del paso. Esos bichos saben algo que nosotros desconocemos.

No sé si esto debería de llamarse la conspiración de las palomas o la conspiración del Fercho… El Fercho se convirtió en portador completo de todo mi fetiche. Es él quien tiene el poder de anestesiarme… “ya ni sé que me estás haciendo Fernando” le digo “lo que si sé es que la próxima me vengo provista de una toalla y unas antiparras porque me bañas” ... “ ahora te muestro” me dice, y se me aparece con un espejito digno de Jean Austen o Ana Karenina. Ni sé porque el Fercho se me volvió Fetich. Pobre. Si supiera. Que gran pibe es.





** Me viene ocurriendo que se me sientan gigantones desubicados al lado, en el tren, y se sienten con derecho de ocupar todo le sitio. Hijos de puta, encima con este calor.

** En Urquiza alguien va a morir ahorcado.

** No logro superar la afición de los pequeños niños gateadores hacía mi persona… no puedo salir de Florida sin antes tener que pasarme 15 minutos en el piso con el chabon, que luce como un muñequito de antaño, de esos con base de arena que rebotaban y se volvían a poner en vertical… indefectiblemente me recuerdo siempre del nene de Sonia y la reacción de susto supremo de Sonia cuando notaba que la criatura con escasos días de vida se colgaba a mirarme fijo de manera inexplicable. Es un poco raro todo.

(la imagen va solo a titulo de que tengo que manotear los papeles de manera inminente, no colgar de más. de eso se trata.

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