lunes, 8 de marzo de 2010
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*FUCK ART* (Metele Glamour)
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La historia de la conformación del clan Twin – Amos Legrand es un poco curiosa. Pero huele a historia conocida. O ya quemada por clanes surgidos con anterioridad.
Todo comienza con el deseo ferviente de Madre (y sus anhelos incumplidos) Chi Amos Legrand, de que sus doradas mellizas se vuelquen a diversas disciplinas expresivas. Decide dar el punta pie inicial en todo formato de comunicación masiva Web que encontró para probar las técnicas (basada en sus anhelos incumplidos) que quería ver en sus hijas. Por lo que Legrand en un par de semanas tenía Fotolog. Tenía MySpace. Tenía Blogger. Dada su inconsistencia, la señora (y si, comparte características con la señora de los almuerzos más allá de la coincidencia en sus nombres, fortuita. Ej., el sándwich de salame) se vio embolada de la interactividad que tanto portal requería. Se arto de ser Legrand, y decidió pasar a usar solo el apellido de su madre: Amos.
Y llegó el momento en que decidió empezar a presionar a sus hijas de una vez. La primera en ceder fue la bien llevada Cirse Twin, quien optó por abocarse a las imágenes, sin demasiado ruido y tratando de mantener la armonía con Madre y hermanos, se tomo bastante en serio el arte de fotografiar espontáneamente atmósferas. Pero el bajo perfil de Cirse y su sobriedad no parecían rellenar la barriga de la ahora, madre Amos, a secas. Así que la libró a su suerte, “dejándola ser” (con esto, Cirse sigue su vida bastante alejada de la exposición pero ejerciendo cuando así le place) y se concentró en darle empujoncitos a Torcuata, la más reactiva de las Twin. Siendo el ámbito favorito de Torcuata la palabra escrita, y siendo que madre nunca podría imaginarse a ella misma (porque le faltan herramientas básicas intelectuales) llevando adelante esta tarea, cayó en la trampa inmovilizante del regodeo ignorante y una vez puesta en marcha Torcuata, se retiró al campo a descansar, y a prenderle velas y rezarle a San Omega, su última adquisición eufórica.
Así es como las Twin en el fondo se complementan. Una especie de las hermanas Williams del tenis… o la mismísima Mirtha Legrand y su hermanisima Goldi.
Nadie recordará al joven Trapito. El hijo díscolo y al cual la Señora quisiera meter bajo la alfombra. Un tipo bien básico. Sin dote alguna que lo haga especial. Madre lo quería músico, le faltaba esa faceta. Pero no. Trapito se limita a curiosear a sus hermanas más jóvenes, las acompaña hasta donde le da el espíritu –vagamente- y el resto del tiempo se cuelga en el imaginario infantiloide y romanticon del que parece no desear salir jamás. Trapito es Glam.
Estos son los Twin. Impulsados por una madre con muy poca cintura para encarar sus propios deseos de concreción “artística”. (Humildemente comento, desde mi sitio de paupérrimo servidor, que el problema de la Señora Madre siempre será, “creo”, me parece, su limitada visión de Arquitecto rebasado de Ego. Siempre estuvo enamorada de la frase “menos cemento más arte” pero le tira incondicionalmente la voz de mando y el barro hasta los tobillos mientras hormigona un nuevo emprendimiento colosal. No tiene tiempo de andar con chiquitas. El que mucho abarca poco aprieta). Estos niños, si han crecido en un ámbito viciado. Valía aclarar sus procedencias. Y agregar que el señor Twin un día decidió irse. Ninguno de los 4 (Madre, Cirse, Torcuata o Trapito) desean jamás hablar del tema. A lo mejor la bien intencionada Cirse es quien mas contemplaciones guarda para con su padre. Pero Trapito sufre terriblemente haber heredado un nombre que al final de cuentas, a él le pertenece. Torcuata simplemente lo a borrado de su sistema y la Señora… Algunas veces putea. Solo putea.
El panorama hoy, nos muestra a la Señora Madre Legrand fuera de escena. A Cirse Twin abocada en sus labores en silencio proverbial, lejos del bullicio. A Torcuata con muchas ínfulas, despuntando un momento descriptivo intenso. Y Trapito, a quien nadie podrá nunca reconocer como un Twin, en principio porque él así no lo desea. Nadie lo desea. Trapito es Glam.
Por: Dumbo.
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