Para que ser Budista si se puede ser Buda?
Reclama una vidriera en San Telmo.
Porque es demasiado laburo al pedo, pienso.
Pasan las horas y la sensación se magnifica.
La firme certeza de haber estado ahí.
Momento único. Irrepetible. Inigualable.
Un francés maltrecho y desalineado.
Destapa ese otro mundo.
No hay términos…. Ni adorable, ni enamorable…
No alcanzan un carajo. Ver y creer.
Aún cuando se vino sin acordeón y sin pianitos.
Aún cuando pego cierta beta pop britanica.
Por momentos falta la respiración.
Por momentos se esta en otro sitio.
Desconocido.
Recortado.
Enceguecedor.
Sordo.
El tiempo vuela.
(A secret place) * (El infierno) * (Finale).
Y la figurita de un francés maltrecho y desalineado.
Con All Stars rojas hechas mierda y campera de jean.
Con cara de espanto al ver la gente aproximarse.
Haciendo humoradas entre dientes.
Y es eso de sentirse invitado a la mesa del Señor…
Un puñado de 300 y pico de almas…
Como apóstoles y testigos de que es posible…
CRUZAR la barrera de la realidad.
No es sino hasta que una lo atestigua…
Que se termina de cerrar el círculo y entender.
Que nosotros somos pobres mortales.
Yann Tiersen simplemente está en el más allá.
Y se lo puede abrazar…
Es de carne y hueso….
Pero su alma y su genio están en otra dimensión.
(*)
Agradezco una vez más al destino.
Haberme puesto aquí y ahora.
En simultáneo.
Haberle podido agradecer en persona.
Y hasta el cielo su existencia.
Definitivamente.
Estos, son los pequeños momentos de TODO.
Y hasta la eternidad.
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