jueves, 10 de diciembre de 2009

El viejo y el mar.

Muy loco, muy emo, muy freak todo.

Llanto llanto, presencias.

Gags por doquier.

Mi abuelo el pescador.

Me acuerdo de mi viejo.

Lloro.

Silencio general.

Y nunca uso el término “viejo”.

Nunca se reflejo en la imagen del trueno.

Nunca fue viejo en principio.

Y todo se vuelve a vos.

Luz de mis ojos.

Y ojala me vieras que lo hice.

Y ojala siempre sepas que te amo.

Y que sé que estas conmigo.

Siempre.

Triste que ella respire, y no la siento.

Acompañaron la gesta los muertos.


Lizzy me abraza y me perdona.

En un momento de madrugada agónica.

Me pasa parte de su leonitud.

Me abrazo a ella. Me salva.

Esa vieja quilombera y maravillosa.

La quintaesencia de mi vida.


Hay que saber mirar y tener la capacidad…

De regodearse en el instante de felicidad.

En la medida de lo posible.



****

Exponemos en el Jury final de diseño.

Venia súper. Una argumentación de la hostia.

El hotel blindadisimo.

No tenia fisuras. Brillante.

Llegan las cabañas………

Desarrolladas al cachetazo estos últimos 10 días….

“no bueno…. Mi abuelo es pescador y se caga en la contemplación de la naturaleza alrededor” le digo al muchacho de Moscato…. Luego de esta frase memorable, la seriedad de Jury se fue a la puta que la parió….

(……………….)

“entonces no prestaste tanta atención al habito del pescador” me dice en un momento, dado que hacia agua en mi defensa bizarra de la cabaña…

“es probable”, le digo, “y si me apuras, te confieso que sufría horriblemente esas jornadas que me llevaban de prepo a pescar….”.

No podía faltar mi nota de color.

Pero el hotel… brillante.

“si hubieses entregado esta lamina sola YA te digo, el hotel es BRILLANTE” me dijo el muchacho Moscato... en referencia a la lamina uno, que incluía solo al pajarito…. Asi que en promedio pegamos un 4 probablemente. Eso.

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